DESGARROS




La palabra desgarro se refiere a la rotura de una estructura o tejido del organismo. Los desgarros pueden ser superficiales o profundos y deben ser evaluados para evitar posibles complicaciones. Si bien pueden ocurrir en cualquier parte, los desgarros son más frecuentes en algunas localizaciones, especialmente en las estructuras vulnerables a los traumatismos.





 SEÑALES:


Dolor y sensibilidad en el músculo, especialmente después de una actividad de estiramiento o de contraer fuertemente el músculo. El dolor usualmente aumenta cuando el músculo está en movimiento y se calma cuando el músculo está en reposo.

     Inflamación local del músculo, decoloración azulada o negra, con ambos colores.

     Disminución de la fuerza del músculo (en un desgarro de Grado III) o pérdida completa de la función muscular.

     Dificultad para caminar.

     Sonido “crujiente” en el músculo al producirse la lesión.

     Abertura, abolladura u otro defecto en la estructura normal del músculo (desgarro de Grado III)

 LO QUE NO SE DEBE HACER


     Para ayudar a prevenir los esguinces y los desgarros usted puede:

     Evitar hacer ejercicio o actividades deportivas cuando esté cansado o tenga dolor

     Tener una dieta balanceada para mantener los músculos fuertes

     Mantener un peso saludable

     Evitar las caídas (por ejemplo, riegue arena o sal cuando haya hielo en las gradas o en la acera frente a su casa)

     Usar zapatos que le queden bien

     Conseguir zapatos nuevos si el tacón se ha gastado por un solo lado

     Hacer ejercicios diariamente

     Mantener una buena condición física para practicar deportes

     Hacer ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de practicar un deporte

     Usar equipo protector mientras juega

     Correr en una superficie plana.

 LO QUE SE DEBE HACER


     Los tratamientos para los esguinces y los desgarros son los mismos. Para reducir la hinchazón y el dolor durante el primer o segundo día, los médicos por lo general le indicarán que:

     Mantenga el área lesionada en reposo. Si el tobillo o la rodilla está lesionado, el médico podrá recomendarle que use muletas o un bastón.

     Coloque bolsas de hielo sobre la lesión durante periodos de aproximadamente 20 minutos. El médico le puede indicar que repita esto de cuatro a ocho veces al día.

     Comprima la lesión usando vendajes especiales, una férula o yeso, botas o tablillas. Su médico le aconsejará cuál es la mejor para usted y cuán ajustada debe estar.

     Eleve el tobillo, la rodilla, el codo o la muñeca lesionada usando una almohada.

     El médico tal vez le recomiende que tome medicamentos tales como aspirina o ibuprofeno.

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